El apalancamiento es un fenómeno común, aunque poco conocido, y se puede definir como la capacidad de lograr más con menos. Al igual que un megáfono amplifica el sonido de tu voz, el apalancamiento multiplca el resultado de tu esfuerzo y el rendimiento de tus inversiones.
Hace relativamente poco, el trabajo de un artista pasaba desapercibido más allá de su entorno más cercano. Sin embargo, los avances tecnológicos recientes han hecho posible la difusión del talento a un coste prácticamente nulo.
El apalancamiento existe en muchos ámbitos.
En el tiempo…
Como es el caso de un artista que puede reproducir (y vender) su música indefinidamente, existen otras formas de apalancar tu tiempo. Desde publicar un blog hasta programar una aplicación —cualquier cosa que seas capaz de producir una vez y luego reproducir sin ningún coste adicional.
En las inversiones…
Si tienes una hipoteca, significa que has hecho uso del apalancamiento financiero. La mecánica es simple: tú pones una entrada del 20% y el banco te presta el resto. En este ejemplo, vamos a asumir que la vivienda tiene un precio de cien mil euros.
Si el precio aumenta un 5% el próximo año, la casa pasaría a valer 105.000 euros. Es decir, tendrías una ganancia de 5.000 euros. Como tú solo has invertido los 20.000 de la entrada, esto significa que tu inversión ha crecido un 25%. Por tanto, el crecimiento de tu inversión (25%) es cinco veces más alto que el aumento en el precio de la vivienda (5%). Así es como el apalancamiento multiplica el rendimiento de tu inversión.

Mucha gente piensa que invertir en ladrillo es “la mejor inversión”. Aunque es cierto que el precio de las casas ha ido subiendo con los años, lo que realmente marca la diferencia es el apalancamiento. No obstante, recuerda que el apalancamiento es un arma de doble filo. Si el precio de la vivienda cayera un 20%, sería el equivalente a perder el 100% de tu inversión.
El apalancamiento tiene un poder inmenso para crear riqueza, pero también para destruirla, como sucedió durante la crisis inmobilidaria de 2008.
En las empresas…
El apalancamiento también se puede observar en el modelo de negocio de algunas empresas. Este es el caso de Microsoft Office, un poducto que seguramente usas en tu día a día. Microsoft tiene unos costes fijos asociados al desarrollo inicial de sus programas, la infraestructura de servidores y el mantenimiento de sistemas.
Los costes fijos son aquellos que la empresa asume independientemente del número de clientes que compren su producto. Cuando el número de usuarios crece, Microsoft puede vender su producto sin que sus costes se disparen. Esto hace que el crecimiento de las ventas se traduzca en un crecimiento aún mayor de los beneficios.
Para entender el efecto del apalancamiento en las empresas, comparemos dos tipos de negocios: uno con solo costes fijos y otro con solo costes variables.

Entender el poder (y el riesgo) del apalancamiento puede ser clave para tu futuro. No solo en tus inversiones, sino también en cómo decides invertir tu tiempo.





